DERMATITIS ATÓPICA: PROTEGETE CONTRA EL FRIO

La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que se manifiesta principalmente con eccemas. Evoluciona en forma de brotes y no es contagiosa. Puede aparecer en cualquier momento de la vida, aunque lo más frecuente es en la infancia, mejorando con la edad, resolviéndose en un 50 % de los casos en la adolescencia.

La causa desencadenante se desconoce, tratándose de un proceso multifactorial en el que intervienen factores genéticos, ambientales y del sistema inmunológico.

Los síntomas característicos son:

  1. Picor intenso, siendo su control el pilar del tratamiento.
  2. Sequedad cutánea; y,
  3. Lesiones eccematosas: inflamación, enrojecimiento y descamación de la piel.

Los propios síntomas de la dermatitis atópica se convierten en factores desencadenantes de la enfermedad, dando lugar al conocido “círculo de la piel atópica”:

Nuestros consejos para mejorar la calidad de las personas con atopía en esta época del año:

  • Toma baños de agua templada , antes que ducha, y usa geles dermograsos
  • Manten tu piel bien hidratada usando emolientas mejor que hidratantes
  • No te frotes con la toalla para secarte
  • Usa  tejidos naturales como el algodón en las prendas que te pongas en contacto con la piel
  • Evita poner la calefacción muy alta  para no resecar el ambiente y usa humidificadores

Por último veamos una serie de curiosidades sobre la dermatitis atópica;

  • Afecta al 10-20 % de los niños y al 2-5% de los adultos.
  • En los últimos 30 años ha aumentado en los países desarrollados.
  • En un 60% de los casos se manifiesta en el primer año de vida.
  • La dermatitis atópica es hereditaria pero no contagiosa.
  • El frio reseca la piel, por lo que empeora durante el invierno y mejora en verano.

Vuelta al cole y vuelven los piojos ¿cómo eliminarlos?

Entre los muchos quebraderos de cabeza a los que se enfrentan los padres con la vuelta al cole, el de los piojos es sin duda el más exasperante, por la mezcla de temor e impotencia con que muchas familias se enfrentan a este parásito. Y lejos de erradicarlos de una vez por todas, lo cierto es que cada vez están más presentes en nuestra vida diaria y ya actúan en cualquier estación del año. Curiosamente, en el siglo XX la prevalencia de la infestación por piojos en España era del 6,5%, sin embargo, ahora, un siglo después, se ha duplicado el porcentaje hasta el 12,7%.

¿A qué se debe este incremento? El principal motivo de esta gran incidencia es que los piojos se reproducen con gran rapidez y aprovechan el contacto capilar para propagarse. Estos parásitos no vuelan, pero pasan de una cabeza a otra cuando compartimos gorras, peines, diademas, cintas del pelo, etc.

Siempre se ha relacionado la presencia de estos bichitos con la falta de higiene, pero en realidad no diferencian entre cabellos limpios o sucios. Por ello, es importante erradicar este mito, ya que está demostrado que no es así, incluso estos parásitos prefieren el pelo limpio, con lo que cualquiera puede contagiarse.

Actualmente, los piojos se han convertido en un problema recurrente para los niños y sus familias y, aunque existen muchos tratamientos tradicionales para eliminar los piojos, a la hora de la verdad, las madres suelen acudir a las farmacias en busca de consejos para eliminarlos.

El farmacéutico, como buen profesional cercano a la población, explica detalladamente cómo utilizar la loción, el champú y la lendrera, y sobre todo, qué hacer para evitar el contagio. Está comprobado que el remedio casero no funciona, por lo que se aconseja seguir las instrucciones indicadas por el fabricante del producto y las facilitadas por el boticario.

Últimamente se ha detectado la aparición de resistencias a estos tratamientos debido al uso incorrecto de los mismos, por ello se dispone de alternativas bastante eficaces como preparados a base de aceite de coco o dimeticona que matan al piojo de forma mecánica, produciéndoles la asfixia y deshidratación, y no generan resistencias. Las formas farmacéuticas que están resultando más eficaces son la loción alcohólica y el spray.

Para eliminar del todo a estos indeseables parásitos, es necesario poner en práctica estos diez consejos:

1. Revisar el cabello de toda la familia en cuanto se detecta un caso de infestación.

2. Utilizar repelentes de piojos para mantenerlos a distancia. Además, es importante que el protector o repelente tenga un olor agradable para que a los niños no les resulte incómodo.

3. No compartir prendas que tengan contacto con el pelo, para evitar contagios.

4. Pasar la lendrera para revisar a fondo el cabello mechón a mechón. Las zonas donde especialmente se suelen ubicar estos diminutos bichitos son en la nuca y detrás de las orejas

5. Eliminar los huevos o liendres además de los piojos, ya que de lo contrario, al cabo de unos días eclosionan.

 6. En caso de encontrar piojos, consultar al farmacéutico el tratamiento más adecuado para eliminarlos.

7. Aplicar el tratamiento sobre el cabello seco.

8. No utilizar secadores de pelo de aire caliente tras aplicar tratamientos pediculicidas, puesto que el calor inactiva el efecto insecticida residual.

9. Lavar las prendas a más de 60ºC, ya que los piojos no resisten el calor. También hay que limpiar los peines y artículos de pelo con un pediculicida.

10. Aislar y aspirar los objetos que no puedan lavarse, para lo que es necesario introducirlos en una bolsa cerrada durante tres días, puesto que los piojos se alimentan cada 4-6 horas de la sangre del huésped, y de esta forma morirían.

Fuentes: Colegio Oficial de Farmaceúticos de Madrid

Consejos para combatir las altas temperaturas

El Instituto DKV ha publicado un estudio para combatir las altas temperaturas, donde recomienda proteger la piel del sol, mantenerse hidratado o cuidar la alimentación, en definitiva adquirir hábitos de vida saludables.

En el estudio se enumeran siete consejos para combatir el calor:

1. Cuidar la piel de los rayos del sol. En todas las edades, pero especialmente entre los bebés y niños, cuya piel es más sensible, es muy importante evitar la exposición a los rayos del sol durante las horas centrales del día, cuando éstos tienen su máxima intensidad.

2. Beba agua abundante para mantenerse correctamente hidratado. Se deben beber unos dos litros de agua al día en adultos. En el caso de los niños y las personas mayores, puesto que se muestran más delicados ante las altas temperaturas, la hidratación es especialmente importante.

3. Evitar las infecciones veraniegas y los resfriados. Durante esta época del año, estamos expuestos a infecciones de oído (otitis), hongos o resfriados de verano. Por ello, es necesario contar siempre con bañadores secos de recambio, secarse bien después de bañarnos y no permanecer mucho tiempo con el bañador húmedo.

4. Cuidar la alimentación. Para mantener una alimentación saludable durante la época estival, es aconsejable incrementar la ingesta de frutas y verduras, evitando las comidas copiosas. Para prevenir las intoxicaciones, se recomienda lavar bien los alimentos frescos, mantener los productos refrigerados a una temperatura adecuada, evitar comida cruda y lavarse las manos antes de comer o manipular alimentos.

5. Practicar ejercicio moderado y adaptado a la temperatura. Se aconseja practicar ejercicio moderado, evitando las horas centrales del día. La hora ideal es por la mañana antes de las 12 o cuando cae la tarde, hidratándonos correctamente y evitando la exposición directa al sol.

6. Protegerse frente a las picaduras de mosquito u otros insectos. Para prevenir las picaduras, se recomienda la aplicación de lociones «anti mosquitos», así como la utilización de mosquiteras o dispositivos electrónicos que los repelen.

7. En caso de estar encamado por enfermedad o por edad, el sistema de control de temperatura por el sudor no funciona eficazmente, por lo que hay que vigilar que la persona encamada no permanezca muy tapada y, refrescarle la piel de las extremidades cada hora con un paño húmedo para simular sudor.

Un estudio revela que sólo 2 de cada 100 españoles se aplica bien el fotoprotector

Así lo recoge el IV Estudio CinfaSalud «Percepción y hábitos de salud de la población española en torno a la fotoprotección», avalado por la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

Solamente dos de cada cien personas encuestadas siguen las tres medidas que garantizan la eficacia del fotoprotector: aplicarse el producto treinta minutos antes de tomar el sol (el 42,5% de los encuestados), renovarse la fotoprotección cada dos horas (medida que sigue solo uno de cada tres encuestados, el 33,9%) y reaplicarla tras bañarse o secarse (solo el 24,9%). Uno de cada tres (36,4%) no sigue ninguna de ellas de forma correcta.

La investigación se ha basado en un cuestionario online realizado a una muestra representativa de 3.000 mujeres y hombres de nuestro país, de entre 18 y 64 años, residentes en todas las comunidades autónomas. En ellos, el 57,8% pertenece a los fotototipos más claros (I, II y III), con mayor proporción de mujeres que de hombres.

El cáncer cutáneo (80,1%), seguido por las quemaduras (7,5%) y el envejecimiento de la piel (5,8%) son los efectos perjudiciales del sol que más preocupan a los encuestados. Como apunta el dermatólogo José Carlos Moreno Giménez, Presidente de Honor de la AEDV y Coordinador de la campaña Euromelanoma de la Fundación Piel Sana, «las personas con fototipo I y II deben cuidarse especialmente, pues corren mayores probabilidades de sufrir los efectos negativos del sol, pero, dado que la sobreexposición a las radiaciones solares constituye el principal factor de riesgo, todos sin excepción debemos tomar medidas para protegernos».

Precauciones frente a la radiación solar

A pesar de que tres de cada cuatro encuestados (76,5%) opinan que el sol puede ser saludable y perjudicial a un mismo tiempo y de que el 15,2% lo considera perjudicial, siete de cada diez españoles (69,9%) usan la crema fotoprotectora solo al exponerse directamente al sol, frente al 22,2% que lo hace diariamente durante el verano y al 10% que se protege todo el año, como recomiendan los expertos: «Es crucial tener presente que también en el camino a la playa o a la piscina, e incluso mientras damos un paseo al aire libre en invierno, nuestro rostro, manos y otras partes del cuerpo están expuestas a la radiación», recuerda el doctor Moreno, de la AEDV.

Además, aplicarse la crema fotoprotectora (69,1%), evitar el sol en las horas centrales del día (53,1%), permanecer en la sombra (35,6%) y protegerse con ropa o gafas de sol (31,8%) son las precauciones que toman más a menudo los participantes en la encuesta para protegerse de las radiaciones solares.

Las mujeres, quienes asumen la fotoprotección de los hijos
El 57,5% de los varones participantes en la encuesta no se ocupa de la fotoprotección familiar, responsabilidad que sí asume el 88,5% de las mujeres, bien sea de manera exclusiva (49,5%) o compartida con el padre (39%). En cambio, solo en el 3,5% de las familias españolas son los hombres quienes se encargan siempre de manera exclusiva de esta labor.

Por otra parte, a pesar de que los bebés menores de un año nunca deben ser expuestos directamente al sol, casi la mitad de los padres y madres encuestados (48,8%) lo hacen. Como recalca al respecto la doctora Aurora Garre, experta médica de Cinfa, «los niños menores de un año no tienen todavía la capacidad de defenderse del sol mediante el aumento del tono de color o bronceado, lo que deriva en un altísimo riesgo de quemaduras. Por tanto, es crucial extremar las precauciones con ellos durante los días de playa, montaña o juegos y actividades al aire libre, y de ninguna manera exponerlos al sol antes de los doce meses».

En este sentido, las medidas que aplican los padres encuestados con mayor frecuencia son evitar la exposición de su hijo al sol durante las horas centrales del día (60,6%), usar protección específica para ellos (54,7%), emplear SPF mayor de 50 (52,3%), no exponerles antes del primer año de edad (51,3%) y ponerles una gorra o sombrero (50,2%). Cabe destacar también que uno de cada cinco padres y madres encuestados (21,9%) afirma delegar la protección solar en sus hijos antes de que estos cumplan 13 años. De ellos, un 7,9% lo hace antes de que cumplan los 10 años de edad.

Radiación IR-A, la gran desconocida
Como explica la doctora Garre, «en este estudio CinfaSalud, hemos constatado que, si bien la población es conocedora en gran medida de los efectos nocivos que producen las radiaciones UV, todavía no existe conciencia en nuestro país sobre otro tipo de radiaciones que también son perjudiciales para nuestra piel, como las infrarrojas A (IR-A)». Así lo demuestra el hecho de que nueve de cada diez encuestados sepan, por ejemplo, que las primeras pueden provocar cáncer cutáneo (91,8%) y quemaduras en la piel (93,5%), mientras que solo uno de cada cinco (20%) conoce que el sol emite radiaciones infrarrojas A (IR-A) y el 65,9% reconoce no saber siquiera qué son.

«La radiación IR-A, que produce sobre la piel una sensación de calor, atraviesa todas las capas de la dermis hasta llegar a la más profunda, la hipodermis, lo que agrava los efectos nocivos de las UV y acelera el proceso de fotoenvejecimiento», explica la doctora Garre.

Mayor conocimiento, mayor fotoprotección
El nivel de conciencia acerca de los efectos perjudiciales que pueden provocar los rayos solares parece influir en la elección del factor de fotoprotección solar (SPF): el 71,4% de los españoles con mayor conocimiento de las radiaciones UV utiliza factor de protección alto o muy alto (30 o más), casi un 20% más que en 2011 (Estudio Cinfa Fotoprotección 2011). En todo caso, las mujeres (60,1%) se muestran más sensibilizadas que los hombres (39,9%).

Respecto a los falsos mitos e ideas preconcebidas sobre protección solar, el 86,9% de los encuestados piensa, de manera acertada, que las precauciones siguen siendo necesarias bajo la sombrilla y tres de cada cuatro (74,9%), que también los días nublados o de invierno deben tomarse medidas de fotoprotección. En cambio, nueve de cada diez (92,2%) desconocen que el sol recibido a través del cristal normal -no tratado- de una ventana no puede producir quemaduras solares (aunque sí puede provocar otros efectos como el fotoenvejecimiento).

Diez consejos para disfrutar del sol con responsabilidad

1. Evita la exposición solar en las horas centrales del día. Los rayos solares son más fuertes y perjudiciales entre las doce de la mañana y las cuatro de la tarde. También la altitud aumenta la peligrosidad del sol, así como algunos tipos de nubosidad.
2. La sombra, tu mejor aliada. Resguárdate de los rayos del sol bajo los árboles o usa una sombrilla, aunque no olvides que su protección no es total, porque algunos tipos de superficies -agua, arena, nieve, hierba- reflejan las radiaciones solares.
3. Protégete también en el automóvil. Al elegir tu nuevo coche, recuerda que los cristales más eficaces son los laminados tintados de gris. En el caso de coches ya fabricados, puedes colocar películas plásticas sobre los cristales o tintarlos, siempre de acuerdo a la legislación.
4. Consulta los índices ultravioleta (IUV). Antes de la exposición al sol o una actividad al aire libre, conviene informarse sobre la intensidad de las radiaciones a través de canales como la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) o la app solar de Be+: a partir de 6, el riesgo es alto y se deben extremar las medidas de fotoprotección, así como elegir el SPF adecuado.
5. Protege tu cuerpo con la ropa adecuada y usa sombrero. Los colores oscuros protegen más que los claros y algunos tejidos, como el algodón, la viscosa, el rayón y el lino, protegen menos que otros como el nailon, la lana, la seda y el poliéster. Respecto al sombrero, uno de ala ancha proyectará sombra a tu rostro y cuello, además de a tu cabeza.
6. Utiliza gafas de sol para evitar los daños oculares. Es necesario que las gafas tengan una protección 100% frente a los rayos UV y solo si están homologadas por la Unión Europea, se puede garantizar que así sea. Las que mejor protegen los ojos y la piel que los rodea son las gafas de tipo envolvente.
7. Utiliza un fotoprotector adecuado a tu fototipo y a las circunstancias de la exposición. Nunca te apliques factor de protección inferior a 30. Por su parte, las personas de fototipos claros (I y II) deben usar siempre un SPF muy alto (50+) y en cuyo envase se especifique que también protege de la radiación ultravioleta A con el símbolo . Póntelo media hora antes de exponerte al sol y reaplícalo cada dos horas y tras el baño, acordándote de secar bien la piel antes. Elige, además, bálsamos labiales que contengan filtros solares.
8. Educa a tus hijos sobre la necesidad de protegerse del sol. Los niños menores de un año nunca deben ser expuestos directamente al sol y, cuando tienen 2 o 3 años, sus padres deben extremar todas las medidas de fotoproteccion (prendas de vestir, gorros y gafas de sol), así como aplicarles fotoprotectores específicos para niños con SPF 50+ y el símbolo . Sobre todo, trata de concienciar a tus pequeños de los riesgos que entrañan las radiaciones predicando con el ejemplo.
9. No bajes la guardia después del verano. Las radiaciones solares son peligrosas durante todo el año, no solo en verano. Recuerda también, cuando practiques deportes de invierno, que la nieve refleja un 80% los rayos de sol, por lo que debes emplear fotoprotectores con un SPF mayor de 50.
10. Mucho cuidado con las salas de bronceado. El bronceado artificial no protege frente al fotoenvejecimiento y conlleva un riesgo de cáncer de piel, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Fuente: Cinfa